jueves, diciembre 10, 2009

probabilidad de obtener un trece


Continuamos avanzando en la cuestión de cómo invertir en las quinielas de manera que tengamos más opciones para obtener un trece con el menor coste. El primer capítulo ya se vio hace unos días.

De momento nadie nos ha enviado una respuesta a la petición de conocer cuál es el número mínimo de columnas para asegurar 13 aciertos. Adelanto que yo tampoco lo conozco, pero algo se puede hacer.

Calculemos la probabilidad de que una determinada columna tenga 13 ó 14 aciertos, supuesto que todos los resultados son igualmente probables. Imaginemos que esa columna tiene todo "unos" (igual razonamiento sería con cualquier otra columna). El número de casos posibles es 3 elevado a catorce (4.782.969). Para encontrar el número de casos favorables tendremos que contar el número de columnas que se diferencian en una casilla, por ejemplo la que tenga todo "unos" menos una "x" en la primera casilla. Me salen 28 columnas, que junto con nuestra columna base, hacen 29 casos favorables.

Por tanto la probabilidad buscada es 29/4.782.969 = 0,00000606.

Este razonamiento nos sirve para encontrar una cota a ese número mínimo que buscamos. Puesto que cada columna abarca a otras 28 en esto de acertar 13 ó 14 resultados, la situación ideal sería que confeccionáramos quinielas de manera que cada dos no interfirieran en las 28 columnas que cada una abarca (29 contando a la columna base), de esta forma la cosa sería perfecta.

Así pues para optar con seguridad a un trece al menos es necesario este número de columnas:

4.782.969/29 = 164.929,96

Como este cociente no es exacto, mala cosa, me da mala espina, quiero decir que de entrada la cosa no es perfecta, que el tema no será fácil de resolver. Al menos hemos encontrado que son necesarias 164.930 columnas para asegurar un trece, pero me pega que no son suficientes. Recordad que ya habíamos establecido una cota máxima a este número: 1.594.323. Muy poca precisión.

Continuaremos.

jueves, diciembre 03, 2009

la reducción al trece


Además del objetivo principal de este blog, la clasificación alternativa de la liga de fútbol, existen otros temas que relacionan el fútbol y las matemáticas. Uno de ellos tiene como punto de encuentro las quinielas de fútbol. En este tema el aporte de las matemáticas no es trivial. Trataremos de desarrollarlo en este mismo blog.

Comencemos planteando el problema general, que se conoce como "la reducción al trece", que en esencia consiste en determinar el mínimo número de columnas o apuestas de quinielas necesario para asegurar trece aciertos en un juego de catorce resultados. Naturalmente no solo saber cuál es ese número sino también qué columnas aseguran el trece.

Para asegurar 14 aciertos es sabido que es necesario (y suficiente) rellenar 3 elevado a 14 columnas, es decir 4.782.969 apuestas.

Para asegurar 13 aciertos son suficientes 3^13 apuestas, es decir, 1.594.323 columnas. Estas columnas podrían ser las formadas por un 1 en la primera casilla y todas las combinaciones posibles en el resto de las otras 13 casillas (en el lenguaje de los quinielistas serían 13 triples). Pero con menos columnas también es posible asegurar el trece.

Premio al que nos diga cuál es ese número mínimo.

sábado, noviembre 07, 2009

emparejamientos y calendario


No es fácil la confección de la clasificación alternativa de la liga de fútbol que presentamos en estas páginas. Exige una preparación previa de los datos, algunos conocimientos de álgebra lineal y utilizar computación.

Para preparar adecuadamente los datos viene bien utilizar un calendario de liga de toda la temporada. A continuación se describe la forma con la que se elaboran los emparejamientos y calendario de la liga de fútbol:

  1. La jornada 1 se confecciona mediante sorteo. Si se desea que dos equipos no jueguen a la vez en la misma localidad, el sorteo se dispone de manera que esos equipos se encuentren opuestos respecto de la simetría central de la tabla que representa esa primera jornada (no exactamente pero casi).

  2. Las jornadas pares de la primera vuelta se forman a partir de la jornada anterior con estos cambios:
    • El equipo que está el último de la primera columna (equipo comodín) se coloca en el primer lugar de esa misma columna. El resto de los equipos de esa primera columna bajan un lugar.
    • A continuación se intercambian las dos columnas de las que consta la jornada.

  3. Las jornadas impares de la primera vuelta se forman a partir de la jornada impar anterior, de esta forma: el equipo comodín (que está en el último lugar de la primera columna) permanece en su lugar. Los demás equipos se mueven un puesto mediante una permutación circular en el sentido contrario a las agujas del reloj.

  4. Para evitar que un equipo juegue tres veces seguidas en su casa, el equipo comodín se intercambia con su contrario en las dos últimas jornadas de la primera vuelta.

  5. Las jornadas de la segunda vuelta se confeccionan intercambiando las columnas de las correspondientes jornadas de la primera vuelta.

El equipo comodín de primera división en la temporada 2009-2010 es el Málaga; y el de segunda división, el Girona. En los cuadros de al lado, el equipo comodín es el número 20.

La Liga de Fútbol Profesional (LFP) no aclara cómo confecciona su calendario y correspondientes emparejamientos, por lo que conviene decir que todo lo anterior es una consecuencia exclusivamente de la observación de cómo son los calendarios que anualmente elabora la LFP.

Resaltamos que los Estatutos de la LFP dicen: Son funciones y competencias de la LIGA, sujetas a coordinación con la Real Federación Española de Fútbol, las siguientes:

a) Elaborar y aprobar, para someter a la ratificación del Presidente de la Real Federación Española de Fútbol, el calendario de competición de la Primera y Segunda División, determinando los condicionamientos del sorteo de emparejamientos en relación con las coincidencias territoriales u otras circunstancias que pudieran establecerse.


El sistema de emparejamientos descrito en este blog se puede aplicar a cualquier número de equipos, número que ha de ser par. Si no lo fuese se añade un equipo ficticio que haría de equipo comodín. En este caso en cada jornada descansaría un equipo.